25 jul 2008

Recordando al tio Osvaldo


Tío Osvaldo:

Creo que tendría alrededor de 8 años cuando me entere que el tío Mono no se llamaba así, sino que era un apodo y que su verdadero nombre era Osvaldo, luego tendría alrededor de 13 cuando de nuevo me cambiaron al tío Mono - Osvaldo por Héctor.

Que raro resulta ahora pensar en el tío Mono y llamarlo por otro nombre, para mi, mis hijos, mis hermanos, mis sobrinos, es y será siempre el tío Mono, con su tremenda sonrisa, su talla a flor de piel, sus tamborileos con dedos y codos, su chispeante conversa, sus deliciosos cocimientos marinos, sus conejos, sus amigos del club, su ramada dieciochera y sus silbidos.

Te fuiste con tu alegría característica, un regalo de cumpleaños no imaginado, una broma o un regalo del cielo, yo creo una bendición, te dormiste soñando con el último brindis, el último baile con la tía Rosa, la última talla para el Glen, la última sonrisa para el Osvaldito. Eras tu tío tan especial que seguramente fuiste a alegrar la vida de algunos desdichados y a mostrar tu famoso perfil, mientras nosotros aquí, brindaremos por la alegría que entregaste a quienes te rodearon y te quisieron, te extrañaremos, pero podemos jugar a que todavía estas, recordando alguna de tus anécdotas, tus historias, tus chistes, tus brindis.

Descansa en paz Tío Mono, reencuéntrate con la abuela Tomasa, el abuelo Amador, La tía Teresa, el tío Lalo, la Chabe y cuéntales sobre la familia, cuéntales que no los olvidamos y que su recuerdo y tú recuerdo perdurara en nuestros corazones.


Tus sobrinos Mónica, Patty, Cacho y Teresa Carvajal Vargas


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