30 ago 2017

Para Rosalva Gomez

La noche niebla cae sobre una niña mujer,
una que era humana,
nacida de mujer y de todas las mujeres que formaron su linaje.
Ella, como otras, ya no tiene futuro,
ya no sonreirá a la luna o mandara besos a su hija a su Madre Patria.
No danzara con a luna, ni derramara su brote de sangre a la Pacha.
Ella solo será un numero, una estadística, un recuerdo.
Para ella, tal vez, alguien levantara una animita en el zig zag.
Ella ya no derramara lagrimas de tormentos.
Nosotras sabemos que ella ya no vestirá prendas de moda
ni trenzara cabellos entre sus manos,
También sabemos que ella será historia viva,
una historia que no nos gusta contar.
Nosotras,
las que vivimos por ella,
levantamos la voz.

29 ago 2017

Para cuando vuelvas

De cierta manera el regreso estaba previsto,
no había indicaciones concretas,
solo la certeza de lo que ocurriría,
tarde o temprano ibas a regresar.
En esencia, en sensaciones,
en sentido, en acuerdos,
en retratos, en imágenes,
en sueños.


Y ocurrió,
en este plano de existencia ocurrió.
Velada la tarde,
acompañada de los graznidos intolerantes de las gaviotas alborotadas,
de la marea incesante y la arena,
en la cual escribí en forma demencial cada tarde  tu nombre.
Cada ola traía un poco de ti.
Primero tu silbido, luego tu aroma,
y mas tarde tu pelo revuelto.


Primero, debo aclarar que loca no estoy,
luego cuando retome el rumbo de la vida
y soplen otros vientos de memoria,
volveré a recordar lo mismo.


Una y otra vez,
como una canción mal grabada
o un cassette mal rebobinado,
tu y yo eternos.


Buscándonos en los espacios vacíos
y rondando entre medio de sueños inconclusos.
Pero lo que importa es que cruzaste el umbral y apareciste,
con tu alma dormida y el amor intacto,
 y yo aun, estaba esperando.