28 may 2006

EL TÉ DE LA SEÑORA MING


EL TE DE LA SEÑORA MING

La señora Ming sirvio lentamente la taza de té, era de porcelana con dragones rojos finamente decorado con relieves tallados a mano.  ¿cuanto tiempo tendria esta valiosa joya? - pensé- , La señora Ming me miraba fijamente, como si servir la taza de te fuera un acto mecanico aprendido de siempre, no derramaba ni una sola gota, y en sus ojos podia leer cuan orgullosa de sus ancestros se sentía.

Observe alrededor de la habitacion y era toda decorada con retratos. Las paredes estaban forradas de una pesada tela roja, que en sus tiempos deben haber provocado mas de algun comentario, el parquet del suelo brillaba, dejando ver las vetas del pino oregon y uno que otro orificio provocado por el tiempo.  Las mesas laterales sostenian una serie de figuritas en miniatura de guerreros orientales, los inciensos encendidos daban a la habitacion esa espesura de olores que me recordaba mis tiempos de ocio leyendo en mi habitacion y encendiendo incienso para que el olor de mis cigarros prerferidos no traspasaran la puerta.

la señora Ming, puso suavemnete sus manos sobre las mias y dijo "ya es hora joven guerrero", sonrei, tome la taza y sorbi lentamente del contenido, la textura del te era con un toque de amargo, agradable al paladar y un aroma que envolvia mis sentidos, delicioso murmure, ella asintio, como si fuera el unico comentario aceptado.

En sus ojos yo veia la ansiedad, su diminuta figura estaba ataviada con un fino traje de seda oriental en tono marfil y lucia un collar de jade que hacian juego con sus pendientes pero que contrastaban con su pequeña cara, tenia un toque de rubor en sus mejillas y sus labios lucian un intenso color rojo, sus ojos estaban delineados delicadamente y sus uñas cuidadas y esmaltadas en tono natural.

Espero pacientemente que terminara mi taza de te, no emitio ni un sonido, solo nos acompañaba el sonido de nuestra respiracion y el chasquido de mis labios en la taza.  Sabia que no debia apresurar el momento, que debia sorber lentamente el te, pensaba que esta extraña situacion me incomodaba y a la vez me intrigaba, esta dama oriental solo miraba mis movimientos y sonreia , el ultimo sorbo llego como un alivio a mis sentidos y deje la taza suavemente en la bandeja.

Estoy a sus disposicion dije, y ella inclino su cabeza asintiendo, golpeo las manos energicamente y aparecio su aya, era una mujer anciana que denotaba gran energia, traia en sus manos una bandeja que contenia diversas fotografias .............................

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