25 nov 2016

EL DESOVE




Los pescadores detuvieron el motor de la lancha al centro y  justo en la mira de sus acuosos ojos. Dispusieron la red esperando ser bendecidos con una abundante pesca.

Mientras en el fondo se detuvo el desove, se detuvo todo.

Vino la calma del atardecer y el mar transmuto a una suave alfombra dormida. Los pescadores recogieron su recompensa. Fue entonces, que la madre luna desplego su brillante manto de noche. Las noctilucas se acercaron a calmar su inquietud,  invitándole a un cóctel de estrellas.

Su diminuto corazón retomo el ritmo y los pescadores la confianza.

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