En bolsa negra escondieron los sueños de dos hermosas estrellas, solo por el hecho de volar con sus propias alas, tras sus
propios sueños, corriendo sus propias olas.
Eran dos corazones atrapados en una gota de lluvia y decidieron arrancar a traer de vuelta las sonrisas,
que se habían escapado en un barco sin velas.
Querían soñar sus sueños, reír
con sus risas, amar con sus corazones y liberarse de las finas ataduras de la
conciencia.
Allá en su natal
ciudad, quedaron atrapadas en la memoria de sus padres, hermanos, amigos.
Hoy
solo pueden ver a través de los espejos del alma.
Ellas son luz y paz.
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