¡Ay, ay, ayayay Ñaña!
Por
donde anduvieron tus pies Ñaña
Bordeando
la rivera del lago,
Cuáles
fueron las sabias palabras que callaron tus labios,
Y
dónde tus ojos estallaron con la armonía de colores.
Y
tus manos Ñaña,
Tus
manos que acusaron,
Que
acariciaron,
Que
sembraron,
Que
buscaron raíces.
Nunca
muerta Ñaña
Tu
silencio, que grita más fuerte hoy
En
tu lucha nunca acabada.
¡Ay, ay, ayayay Ñaña!
Me niego a prescindir de tu sangre hirviendo,
Se
redobla la templanza de tus luchas
Porque
son los sueños de tu pueblo,
De
mi pueblo.
Nunca
muerta Ñaña
Hoy
es más potente tu voz allá en el Alto
Resuena
en el lago, tu lago,
En
la copa de los arboles,
En
el rayo de sol que baña la ladera,
Y
en el corazón de la conciencia.
¡Ay, ay, ayayay Ñaña!
Nunca
muerta Ñaña, nunca….
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